La luz de Cristian Londoño

El Instinto de la luz


El Blogger invitado
Una crítica de la novela "El Instinto de la Luz"  del escritor y periodista ecuatoriano Juan Carlos Moya.  

La luz de Cristian Londoño 
Por Juan Carlos Moya

El Instinto de la luz es una novela que desde el primer capítulo se interesa por el folclor, en clave de fantasía. Esa es la propuesta de Cristian Londoño Proaño, cuya trayectoria en la televisión y el cine, la alterna con la poesía y la narrativa.


El Instinto de la luz



La obra celebra la naturaleza, los instintos y temores andinos. Awi, muchacho que abre el portal de su cultura, se confronta con valores y ritos, aprendizajes y lecciones, que le subrayan frente al espejo su pasado y devenir. Awi parte de los prejuicios, pero el viaje, el cambio de interfaz, la trasmutación de su password personal, su renacimiento, nos lo recuerda Londoño: es interior, un viaje hacia el pozo de sus creencias, fe, cultos y rutinas.

El Instinto de la luz


En su novela, Londoño persigue el símbolo, el sueño, la cosmovisión del otro, del padre. La escritura insinúa un guión y el concepto de la obra, un ejercicio de alteridad. Alteridad —del latín alter: el «otro»— es un planteamiento filosófico de  Emmanuel Lévinas, que aparece en una compilación de ensayos bajo el título Alteridad y Trascendencia. El paradigma es «alternar» o cambiar la propia perspectiva por la del «otro», considerando y teniendo en cuenta el punto de vista, la concepción del mundo, los intereses, la ideología del otro. Un modo de relativizar la verdad individual, egocéntrica y excluyente.

El Instinto de la luz


El Instinto de la luz presenta el mundo andino como un mapamundi ignoto. Por eso, su obra es un discurso abierto, un camino de aprendizaje expuestos para la reflexión.

En el estante del Ecuador, que lentamente se expande hacia nuevos géneros o los cultiva con mayor énfasis, la novela del escritor quiteño es una novedad que refresca el panorama de narrativas. A fin de cuentas, la literatura es generosa y acoge múltiples lectores, formas, obras y géneros.

El instinto de Cristian Londoño Proaño lo lleva por los terrenos del folclor indígena, para reinventarlo con atisbos de fantasía. Londoño se declara lector de obras como El Señor de los Anillos y Harry Potter. Concomitantemente, es admirador de Jorge Enrique Adoum, a quien también le debemos la existencia de la canción Vasija de barro. 

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